XII Una figura sentada en un trono aparecía a continuación en los recuerdos de Eyjolvson, la del enfermizo y benévolo Duque Olav de Norcrest, quien no había dirigido personalmente a sus huestes en la guerra contra Ulvergard...
X -Por supuesto, esto no puede durar eternamente. Tal el veredicto de Thorstein Eyjolvson, pronunciado aquella misma tarde ante un selecto grupo de oficiales de ambas órdenes de Caballería. Calímaco había estado presente...
VIII Cuando Bruno y Wilfred estuvieron listos para partir, bajaron a despedirse de todo el mundo, pero no se hallaban todos allí, en la planta baja, sino sólo el posadero, su mujer y Hildi. Los tres limpiaban como podían las manchas de sangre...
VII Los tres escuderos regresaron alrededor de hora y media más tarde. Todo el mundo estaba todavía levantado, excepto las dos niñas más pequeñas, que ya habían sido enviadas a la cama. Apenas los vio aparecer, con los pies a la rastra...
VI No obstante, ninguno de los dos parecía muy deseoso de evacuar la duda, y fue el tercero quien formuló la pregunta, en su nombre y en el de sus compañeros: -¿Qué haréis con nosotros tres? Eso mismo había estado preguntándose Bruno...
V Mientras tanto, en la posada, todo era revuelo y caos. Hunnberth y Bruno se habían trabado en combate con espadas, provocando destrozos a diestra y siniestra; en tanto que a Gottfried lo tenían a raya Andy, Meinard y Rob. -Tres contra uno...