Odio las odas pero sobre todo: odio al odio. De todas maneras, me deslizaba por una especie de plano inclinadocomo reza un antipoema de Nicanormientras expulsan a Ginsberg de la Habanaa fines de los 60. Harto de leer...
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Las mesas duras duran las sillas permanecen lo cotidianola cotidiana dura la rutina cada 100 años aproximadamentetoda la humanidad se renueva plenamente salvo excepcioneshonradas: h biles ancianos que descartan a la Muertese profugan como sagaces...
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