Hola, queridos chichipíos. Qué tal! Les escribo, porque es la única cosa, que parece que puedo hacer. Ayer, estuve viendo por la TV pública, un programa, donde mostraban, cuáles eran las condiciones de vida y de trabajo, de los mineros chilenos...
Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí haylibertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como enun espejo la Gloria del Señor...