CCXVIII En adelante, la adaptación de Arn a la vida en Vindsborg avanzó con mayor celeridad. Se lo hacía blanco de muchas bromas pesadas, en lo que, por supuesto, los Kveisunger solían ser los principales bromistas. Antes...
CCXVII Arn no volvió a ser el mismo desde aquel día. probablemente fuera resultado, como había esperado Balduino, de constatar, a través de los Leprosos, que había estado lamentándose por nimiedades. No era que, pasando de un extremo al otro...
CCXVI Arn se llevó tamaño susto al ver a los Leprosos saliendo de la cueva, cubiertos por tétricos mantos e infinidad de vendajes. Por supuesto, en la fría Andrusia la lepra se conocía sólo a través de referencias bíblicas...
CCXV Cuando al día siguiente Wjoland y Hrumwald escucharon los golpes en la puerta de la casa de Herminia, adonde vivían con la anciana, seguían dudando de quién sería la tercera persona a la que se había referido Balduino, y se preguntaban...
CCXIV Así las cosas, un atardecer Hrumwald se apersonó en Vindsborg, trayendo a Wjoland en la grupa de su caballo blanco. Parecía a Balduino que hacía siglos que no los veía...
CCXIII El pelirrojo podía tolerar o manejar muchas cosas. otras sólo las podía entender, pero sólo eso ya era algo. Lo que no podía tolerar, manejar o comprender, pese a intentarlo de todas las maneras habidas y por haber...